Por Katia Briseño. Los primeros conciertos en México empezaron como fiestas pequeñas y sí, lugares a los que muchas personas podían acceder y uno de los motivos por los que la gente asistía era para conocer música. En una época en la que los cassettes, vinilos y spotify estaban lejos de nuestro alcance la música se conocía de boca en boca o a través de la escucha. El mundo de los conciertos ha cambiado y a la par se ha convertido en un lujo y placer extraño que cuesta trabajo reconocer. La música dejó de ser el principal motivo por el que la gente participa en estos eventos y comenzaron a gestarse nuevos escenarios para alimentar la ansiedad y necesidad de los asistentes. En un mundo en el que Spotify es lo único que se escucha, la música cada día se produce en masa y en un año puede existir una agenda de más de 500 conciertos asistir se ha convertido en un peligroso placer para todos. Este placer que acaba con nuestras vidas, originalidad y espíritu. Imagina ahorrar dinero durante mes...