Lejos de ser una construcción política del capital, el general intellect convertido en la principal fuerza productiva en el postfordismo, a los ojos de la caballería andante del precariado, es el fruto más preciado de la subjetividad social. Al determinismo económico marxiano se le añade el determinismo de la subjetividad. Demasiado peso para cualquier recipiente. En el mundo de los sentimientos y los deseos suele alojarse la “irreductible” subjetividad humana. Sentimientos individualizados e irrefrenables, deseos infinitos que hacen de cada persona un mundo. La subjetividad, dicen, es irreductible porque forma parte de la condición humana. Y la intersubjetividad se produce mediante las relaciones sociales que se establecen entre los seres humanos. No hay que olvidar que las personas son seres sociales. Pero las relaciones sociales, los vínculos que se crean también pueden ser obras del poder, moldeando los sentimientos y deseos personales, incluso la capacidad de pensar. Cuando expres...