Querido Félix No sé si últimamente has tenido la desdicha de cruzarte con esa subespecie humana que se cree parida por los dioses mismos, pero yo he tenido el infortunio de toparme y escuchar a varios ejemplares últimamente. Esos seres que piensan que el universo gira en torno a ellos gracias a su dinero, su tono claro de piel, sus rostros y cuerpos que corresponden a los estándares de moda, o sus múltiples grados académicos. Ah, la crème de la crème de la arrogancia y la pretensión. ¡Qué espectáculo más deprimente! Empecemos por los que se creen superiores por presumir que tienen más dinero del que podrían gastar en tres vidas (realmente no tienen tanto, sólo lo suficiente como para no viajar en transporte público). Estos individuos parecen pensar que su cuenta bancaria les otorga automáticamente una especie de aura divina que los hace intocables. Los ves en sus coches de lujo, mirándote desde arriba como si fueras un insecto aplastado en el pavimento. Y no se ...