Por Arquitorrinco Nuestro amado y odiado metro citadino fue construido en 1967, al principio sólo contaba con una línea, que iba de Chapultepec a Zaragoza, es decir, atravesaba de oriente a poniente todo lo que era el antiguo Distrito Federal en ese momento. Ese monstruo facilitador de transporte estuvo a cargo del ingeniero Bernardo Quintana Arrioja como responsable principal (quien diría que luego el autor de la torre Reforma lo conocería por su gran curiosidad y que incluso sería su amigo y maestro, aunque ese chisme es para otro momento) y muchas de las estaciones fueron diseñadas por grandes arquitectos, como Félix Candela en San Lázaro. La bonita iconografía estuvo a cargo de Lance Wyman, Arturo Quiñónez y Francisco Gallardo y es de lo más llamativo para los extranjeros aún en la actualidad, pensada originalmente para las personas que no sabían leer, sigue siendo un referente de inclusión. Es bonito pensar que cada estación, cada transbordo, cada tren, cada escalera ...