http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Atomegoya.jpg Por Andrea Méndez Hay directores que cuentan historias, y hay otros que las descomponen, las deshilachan, las esconden entre capas de tiempo y silencio. Atom Egoyan pertenece a esta última estirpe. Su cine no se deja ver con facilidad; hay que entrar en él con paciencia, con la disposición de quien sabe que la verdad no llega de golpe, sino en retazos. Desde sus primeros trabajos, como Next of Kin (1984) y Family Viewing (1987), Egoyan ha explorado las complejidades de la identidad y la memoria. Sus películas suelen presentar estructuras narrativas no lineales, en las cuales los acontecimientos se organizan de manera no secuencial con el fin de provocar reacciones emocionales en el espectador, ocultando la clave de la historia . Esta fragmentación narrativa no es un capricho estilístico; es una forma de representar cómo la memoria y el trauma afectan nuestra percepción de la realidad. En The Sweet Hereafter (1997), por e...