"Logo", Cervantino 50 años. Cortesía: cervantino.org.
Por: Daniel Rodríguez
13 de noviembre 2022
Los que colaboramos en este espacio creemos firmemente que "el Arte es de todos", y nuestros esfuerzos están encaminados a acercar el arte a ustedes, queridos lectores, a orientarlos, a generar una chispa que los haga ver de distinta manera el mundo que los rodea.
En esta ocasión, tuve la fortuna de asistir a uno de los eventos culturales más importantes de América Latina, uno al que también le interesa acercar el arte a la mayor cantidad de público posible, me refiero al Festival Internacional Cervantino, que se realiza en la ciudad de Guanajuato, sin parar, desde hace 50 años, y que tuvo como invitados de honor a la República de Corea y la Ciudad de México.
Ciudad de Guanajuato, desde el mirador el Pipila. Foto: Daniel Rodríguez.
Mí día en el Cervantino comenzaba con el desayuno en un modesto restaurante, junto a las curiosas palomas, mientras veía al sol avanzar desde la cima de la montaña.
Después tomaba un transporte que va a las afueras de la ciudad y en 15 minutos estaba en el moderno Auditorio del Estado para ver a la Compañía de Danza Contemporánea de Corea, con una obra que denuncia la violencia de unos sobre los otros. Las coreografías fueron impresionantes y la iluminación dio vida al escenario.
Al terminar la función, regresaba al centro de la ciudad a comer en la Plaza de San Fernando, ahí pude ver el espectáculo Clown del italiano Paolo Nani, que casi hace llorar al público con su personaje de vendedor de helados.
Luego, a caminar por las estrechas calles empedradas para llegar al Teatro Cervantes, a ver una representación teatral del poema Primero Sueño, de Sor Juana Inés de la Cruz, pero en lengua de señas. El español antiguo traducido por primera vez a este lenguaje por la compañía Seña y verbo, para las personas con discapacidad que nunca habían experimentado la metáfora ni la rima.
Al salir, te recomiendo tomar un cafecito al aire libre en una de las muchas cafeterías que se mimetizan con los demás comercios, bellamente iluminados al atardecer.
A sólo unos pasos de ahí, me forme en la fila para entrar al Teatro Juárez, un recinto de 1903, para ver y escuchar a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles dirigida por uno de los cinco mejores directores del mundo, Gustavo Dudamel, tocando la primera sinfonía de Gustav Mahler, considerado por muchos el mejor compositor de música clásica de todos los tiempos.
Al salir decidí ir a cenar al restaurante de enfrente, en donde curiosamente también estaba cenando Gustavo Dudamel, en compañía de sus amistades, y de la joven y talentosa violinista que hace tan sólo unos minutos me hizo vibrar de emoción con sus acordes.
Y ya para rematar, pasada la medianoche, camine a Los Pastitos, donde está La Sonora Santanera tocando a todo volumen mientras miles de personas bailan y cantan en plena calle.
Cinco espectáculos de gran nivel, con artistas de diversas partes del mundo, todo en un mismo día. ¡Imagínate esto durante tres semanas! Sólo puede ocurrir en una pequeña ciudad como Guanajuato, y en un Festival como el Cervantino.
"Los de abajo", Concierto en Los pastitos, CDMX. Foto: Daniel Rodríguez.
Con más de 2500 artistas de México y otros 30 países del mundo, 8 grandes escenarios, plazas y jardines en toda la ciudad, un ciclo de Películas al aire libre, literatura y eventos en otras ciudades, durante 19 días, donde la mitad de los eventos son gratuitos, no es posible hablar de todos ellos en este espacio, pero quiero compartirles al menos tres de los que han dejado una huella muy profunda en mí.
Danza Butoh. Sankai Juku.
La compañía japonesa de danza "Sankai Juku", fundada en 1975 por Amagatsu Ushio, presentó en el Auditorio del Estado la obra: "Kosa: entre dos espejos", una revisión a sus trabajos anteriores pero influenciados por la reciente reclusión y pérdida que implicó la pandemia por Covid-19, y alrededor de los temas que retrata la danza Butoh desde sus orígenes, una crítica de las sociedades modernas, consumistas y egocentristas, el dolor y las emociones.
Sólo hay hombres en escena, con las cabezas rapadas y cubiertos por un polvo blanquecino en todo el cuerpo, símbolo de la ceniza por las bombas atómicas, que al hacer movimientos bruscos se desprende y flota en el aire. Y como escenografía, sólo un montoncito de arena, en una esquina del escenario.
La iluminación y las pistas de audio, sutiles en ocasiones, estridentes y perturbadoras en otras, pero monótonas y persistentes, no sólo acompañan a los bailarines, influyen directamente en sus emociones y pensamientos, lo que se refleja en sus movimientos que van de espasmódicos o pausados, a explosivos y entrelazados, alterando nuestra percepción del "tiempo", y muchas veces acompañados de gestos faciales muy marcados dirigidos directamente al público.
Aún si no te es posible entender de qué trata o que intentan comunicar en escena, tan sólo verlos moverse lenta y muy suavemente, casi imperceptible, puedes darte cuenta de la cantidad de esfuerzo físico y mental que requiere, los momentos en que remarcan sus músculos para cierta pose, y su controlada respiración, lo reiterativos que son en los gestos con sus manos y pies, muestra la increíble capacidad de crear y comunicar a través de ellos, que poseemos todos los seres humanos, y de la que no estamos muy conscientes.
Sin duda, haber asistido es como tomar una Master Class en espectáculos teatrales.
"Kosa" , Compañía de danza butoh, Sankai Juku, Japón. Cortesía: wikipedia.org.
Merlín Puppet Theatre.
La compañía Merlín Puppet Theatre, fundada en Atenas, Grecia en 1995, presentó en el Teatro Cervantes la obra: Noone's land (La tierra de Noone), en la que un espantapájaros solitario usa su imaginación para crear un mundo alterno, en el que se siente libre y se divierte, hasta que la realidad le llega de golpe cuando una máquina aterradora devasta todo a su paso, incluyéndolo.
Con mucho humor e ingenio, Dimitris Stamou y Demy Papada logran que todos los objetos que hay en escena cobren vida, desde un balón, unos tenis, una sombrilla, hasta un árbol, todos resultan ser marionetas. Una proyección y muchos sonidos incidentales, bien acotados a las acciones que ocurren en escena, complementan perfectamente la narración.
La caracterización del espantapájaros es magistral, una marioneta movida a tres manos, que sin necesidad de hablar es capaz de transmitir aquello en lo que está "pensando", a tal grado que, en el desenlace, ha sacado algunas lágrimas a niños y adultos por igual.
El que un poco de madera, plástico y tela, sea capaz de generar sentimientos y emociones tan fuertes en nosotros, da cuenta de la calidad histriónica de estos increíbles artistas.
"Noone's land", Compañía de marionetas, Merlin Puppet Theatre, Grecia-Alemania. Cortesía: cervantino.org.
Cubically Imagined.
Las infinitas posibilidades creativas que ofrecen las nuevas tecnologías han sido promovidas por la UNESCO desde 2005, pidiendo a los países involucrar a sus nacionales, facilitarles el acceso, educarlos en el ámbito digital, y proteger a los creadores digitales para que sean correctamente remunerados.
Derivado de esto, los artistas digitales sudcoreanos han desarrollado la exposición Cubically Imagined, una experiencia inmersiva donde en cada sección hay enormes pantallas que rodean al público, desde 6 y hasta 12 metros de altura. En ellas se proyectan animaciones digitales que recuerdan parte de la historia y tradiciones de Corea del sur, así como también recrean algunos paisajes imaginarios que, con ayuda del audio envolvente, dan la sensación de estar realmente ahí.
En la Galería de la Universidad de Guanajuato, donde fue instalada la exposición para el Cervantino, no hay el espacio suficiente así que se adaptó una versión acotada, pero representativa de la exposición, que aun así fue muy visitada.
Las dos proyecciones más buscadas fueron:
"Parásitos", un recorrido en realidad aumentada por los escenarios en que se desarrolla la película ganadora del Óscar, con el mismo título. El darse cuenta de las dimensiones reales de los espacios es verdaderamente sorprendente, y bajar las escaleras hasta el sótano es claustrofóbico y perturbador. Aún si no has visto la película, el recorrido resulta muy emocionante.
"BTS en concierto", una proyección en tres pantallas, con sonido envolvente, iluminación parecida a la del escenario, unas esferas de luces que te dan al entrar, iguales a las que tiene el público del concierto, y fuegos artificiales al final, hacen que esta experiencia sea totalmente inmersiva, no sólo para fans, que no dudaron en seguir las coreografías y cantar las cuatro canciones que proyectaron, sino para todos los que asistimos.
Ojalá se den las facilidades para que esta exposición se traslade, completa y en sus dimensiones originales, a la Ciudad de México. En este espacio te mantendremos al tanto.
"Playa Aurora", Cubically Imagined, Corea. Cortesía: cervantino.org
Finalmente, algo que agrega mayor valor a este festival, es la oportunidad de que los organizadores de otros festivales importantes en el mundo como en Chile, en España, o incluso en Edimburgo, asistan a Guanajuato para conocer y evaluar el desarrollo del Cervantino, para invitar compañías a sus propios festivales o traerlas acá y, por supuesto, para proponer cambios o mejoras con vistas al futuro, puesto que, después de la pandemia por Covid-19, los enfoques en sustentabilidad y función social serán los nuevos ejes rectores en la organización de festivales.
"Clausura", Festival Internacional Cervantino. Foto: Daniel Rodríguez.
Larga vida al Cervantino, que por cierto aún no ha revelado quiénes son los invitados de honor el próximo año, pero esperamos que se animen a vivir de cerca la experiencia, ustedes también.
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