Crónicas perras: Los ausentes.

03 de marzo 2024

Por: El Perrochinelo

¡Aguas, banda! ¿Qué rollo con esos padres y madres que se desvanecen más rápido que la dignidad en un reality show? ¡Están más ausentes que el sentido común en lunes por la mañana!.

Chequen esta: tenemos a unos cuates que, en vez de echarle ganas a la paternidad, se lanzan la de "ahorita vengo" y nunca aparecen. ¡Son unos Criss Angel de la fuga, unos ilusionistas de barrio que ni Mandrake les hace sombra!

Parece que no captaron que ser padre o madre es más que pasar la estafeta genética, es estar al pie del cañón, en las buenas, las malas y las de terror. ¿Qué se imaginan? ¿Que la crianza es optativa? ¡No hay trofeo, ni medalla, ni nada que les den por su acto de invisibilidad!

Y lo que está de no creerse es que estos escapistas del compromiso todavía tienen la osadía de aparecer en las reuniones como si fueran el alma de la pachanga. ¡Qué tal, eh! Más bien son como esos fantasmitas de Pac-Man, que nomás dan vueltas y vueltas y al final, ¡pum!, se los traga la pantalla.

No falta el que se pone la capa de superpapá, pero son como los superhéroes de tianguis, bien chafas.  Prometen salvar el mundo pero a la mera hora, ni las tortillas traen. ¡Puras promesas y nada de acción, como político en campaña!

Pero ojo, que también hay de esos que cuando se aparecen, lo hacen con más drama que novela turca. Llegan con el cuento de que han luchado contra dragones y tormentas, pero la única batalla que han enfrentado es la del tráfico. Y aún así, quieren que les pongan alfombra roja y les hagan porra, como si fueran estrellas de cine llegando a la premier de su paternidad.

Después de su gran hazaña de desaparecidos, ¿qué onda? ¿Se creen con derecho de volver cuando necesitan de los hijos, o con derecho a dar opiniones?. ¡N'ombre, qué tal! Son como los que salen en los cameos, que, si parpadeas, ni los ves.

Así que, mi raza, la mera neta es que estos "papás y mamás Houdini" solo están rifando su falta de palabra con cada volada que se avientan. Ya basta de darles aplausos por sus trucos de desaparición y mejor vamos a ponerles un alto. ¡Menos circo, maroma y teatro, y más cariño de verdad, que la familia no es juego de niños!