Por El Perrochinelo
7 de enero de 2024
¡Que onda, banda! Aquí andamos, tirando la neta sobre algo que no tiene chiste: esos perros que se quedaron más solos que Xóchitl en una manifestación. ¿De qué hablamos? De esos pobres peludos que fueron regalo de Reyes y ahora están buscando más cariño que un influencer en Instagram.
Resulta que cada año, el 6 de enero, los Reyes Magos deciden aventarle a la banda unos cuantos perros como si fueran juguetitos en la piñata. ¿Y qué creen? Muchos, con todo y su corazoncito peludo, terminan abandonados como las verduras que deja un escuincle en el plato. ¡Qué tristeza, güey!
Primero que nada, ¿qué les pasa a los Reyes? ¿No se les ocurre otra cosa que regalar seres vivos como si fueran calcetines? Pobres perritos, ni siquiera pidieron estar en ese show. ¿Y ahora qué? ¿Van a aprender a hacer trucos para entretener a la familia? ¡No mamen!
Lo peor es que la gente, en su afán de querer ser la onda, acepta estos regalos sin pensar en la responsabilidad que conlleva. ¿Qué sigue? ¿Regalar elefantes para la boda? ¡Hagan conciencia, por el amor de su jefecita, si es que tuvieron!
Y no es que estemos en contra de los regalos, ¿eh? Pero si vas a darle a tu hijo algo que ladra y no es crítico de la 4T, al menos asegúrate de que estás dispuesto a cuidarlo. Un perro no es un juguete que puedes guardar en el closet cuando te aburres.
Además, ¿qué necesidad hay de seguir fomentando la cultura del abandono? Ya tenemos suficientes problemas con los padres que se van por unos cigarros y no vuelven, como para andar sumando perros perdidos por ahí. ¿O acaso la nueva tendencia es crear tu propia jauría en la calle?
En fin, banda, la neta es que regalar perros en Navidad es como regalarle a tu suegra un curso para callarse. No tiene sentido y solo genera problemas. Así que, por el bien de esos peludos, piénsenlo dos veces antes de aceptar un regalo con patas. ¡Hagamos del mundo un lugar mejor para todos, empezando por nuestros amigos peludos!
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