Nirvana
Aprendiz de poeta, amigo. Casi cinéfilo, eventual melómano.
Treponema pallidum
Son los demonios maldita sea
Voces límpidas de matriz escarlata
Santa Thelema y sus ángeles rotos
A habitantes de la ciénega desata,
Caen las murallas; arden tres ojos
Son ellos cuando tus ramas escuecen
De sabrosa ira, de irrefrenable barbarie
Que tu sexo devora en luna gibosa
Desarmados los botones
Inyectados de fértil evolución
Esperas con el nervio de fuera
Como carne sin lugar a dudas
Como víctima freudiana, de la electricidad elegante
Basten tus ánimos, se empapen blasones
Tus delicias ríspidas niegan sus amores
Degenerado
El tridente celeste
Manchado de imberbe mosto
Que lloró
Que gimió
En hornos, que el simio verdadero forjó
Empapa mis dedos lujuria adversa
Cátaro catador de semilla infértil
Profano libro que en hieles versa
Uróboros sobre útero color azufre
Amado creador, paciencia esteril
Míralo miserable, de vernos
Su jardín empobrecer:
La Cruz
Tú nombre
Yo soy
Las plumas
El pez
Sufre.
No un Piscis
En millas de tejido nervioso
Siento el hartazgo de tu costilla derecha
Regurgitando, un nuevo invento amoroso
-Teórico, ingenuo- Baboso
Que pulula, y como la cocaína en tu boca
Mana
Sin temor a apropiarse de una miel manzana
Porque adoras tu alergia a la ortodoxia
Se han dejado de construir edificios altos
Tristes metáforas de la fiebre áurea
Todas las canciones
Aprendieron a hablar con desánimos
Y siendo el fin,
Tus víctimas ya no te reconocen como culpable
Y los espectros suben de volumen
Y el oasis, escondido
Tras la falda de una marisma
Desemboca con los tendones muertos
Mal augurio la obligación, siéntase
Los acordes escapan a distinta escala
Mis amores, corazón y doctrina
¿Por qué ha de doler?
Si soy yo quien se domina
Negar, o dejar que el hambre sea quien sirva
Manejar hasta estamparse
Las manos, de los que son y los que no son
Toman mi carne,
Con mis propias tripas me determinan
Llegué ya el sublime instante
Cuando en mí las hormigas no se congreguen
Por hacer a un lado santos y horquillas
Por un minuto de fervor propio
Que en torno aquí el mundo no gira
¿Por qué un piscis molesta?
Nadando, sin corriente. Sin mira.
Pelo de Tonto
Somos malos amigos
En intersticios.
Tus plumas desérticas se ensartan como toboganes
Hacen brotar tus manos en el rostro
Y mis quejas
De alguna manera
Son bombas nucleares
Yo sé que tus narcisos gozan
Bañándose de mi sangre.
Miéntete
Que los espejos se rompen
Y las personas rojas
Y los corazones blandos (blancos),
Te purifiquen de nosotros, los que vivimos
Que tus llagas impostadas
Y tus lecturas a medias
No nos hagan vomitar a otros
La verborrea que tu paraíso depara
Los azotes satisfechos de universidades privadas
O el desdén "tolerante"
De tus ídolos coloridos
Espero con ansias tus clases privadas
Justo en la cara
Con la que ofendo a la raza
Que tus ancestros pensaron "un cuento de hadas"
Deja que se venga tu progreso en mi memoria
Que la larga, venida de tu verdad deseo
Única
y diferente
Ensueños jamás, pero húmedos
Pidiendo perdón por aparecer
Hazme diverso, que no te merezco
Tú estirpe de razón interminable
Hace carbón (No de piel)
A los de cartera tersa
Siendo los otros (color cartón)
Fuego
De tus orgasmos interminables
Mientras los cuentamonedas se ríen
Salan
Moquean
Cómo el peluquero
Me desespero
Es tanta tu sabiduría
Que tardas dos horas
En deci(di)r
De qué color quieres tu pelo.
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