Fuente: AFP
Francia rechaza reporte sobre participación en genocidio en Ruanda
En el informe divulgado por las autoridades ruandesas "hay acusaciones inaceptables contra responsables políticos y militares franceses", declaró un portavoz del ministerio, Romain Nadal.
París. - El ministerio francés de Relaciones Exteriores rechazó las “acusaciones inaceptables” de Ruanda sobre la presunta participación de Francia en el genocidio de 1994, pero dijo querer “construir una nueva relación” con Kigali.
En el informe divulgado por las autoridades ruandesas “hay acusaciones inaceptables contra responsables políticos y militares franceses”, declaró un portavoz del ministerio, Romain Nadal, quien precisó que el documento aún no había sido entregado “por canales oficiales”.
El informe de una comisión investigadora ruandesa, divulgado el martes en Kigali, acusa a Francia de haber “participado” en el genocidio y menciona por primera vez la posibilidad de entablar acciones judiciales contra ex dirigentes políticos y jefes militares franceses.
“Podemos interrogarnos sobre la objetividad del mandato confiado a esta “Comisión independiente” encargada por las autoridades ruandesas de reunir pruebas que demuestren la implicación del Estado francés en el genocidio perpetrado en Ruanda”, afirmó Nadal.
Pero “la determinación (de Francia) de construir una nueva relación con Ruanda, más allá de este momento difícil, permanece intacta”, agregó el portavoz.
En Kigali, la principal asociación de sobrevivientes del genocidio de 1994 en Ruanda, Ibuka, llamó el miércoles a Francia a “iniciar demandas” judiciales contra los ciudadanos franceses acusados en el informe de presunta responsabilidad en la matanza.
“La justicia francesa debería ser la primera en preocuparse de llevar ante la justicia a los criminales franceses”, declaró el miércoles a la AFP Theodore Simburudari, presidente de Ibuka (”Acuérdate” en la lengua del país).
“Las demandas judiciales son necesarias para que los culpables sean castigados y para que haya compensaciones para las víctimas”, indicó.
Según el informe, Francia estuvo “al corriente de los preparativos” del genocidio, “participó en las principales iniciativas” de su implementación y “en su ejecución”.
Según la ONU, unas 800,000 personas, sobre todo entre la minoría tutsi y los hutus moderados, fueron asesinadas durante el genocidio que tuvo lugar entre abril y julio de 1994 en Ruanda, planificado y ejecutado por los extremistas hutus.
Trece dirigentes políticos franceses -entre ellos el presidente francés de entonces, Franóois Mitterrand, el primer ministro Edouard Balladur y el ministro de Relaciones Exteriores Alain Juppé- son acusados por el informe.
La comisión investigadora ruandesa también acusa duramente a los soldados franceses que participaron en la operación militar y humanitaria desplegada en Ruanda de fines de junio a fines de agosto de 1994.
Interrogado el martes sobre estas acusaciones, el ministerio francés de Defensa remitió a su posición expresada desde 2007, restando “imparcialidad” y “legitimidad” a la comisión investigadora ruandesa.
Francia rechaza reporte sobre participación en genocidio en Ruanda
En el informe divulgado por las autoridades ruandesas "hay acusaciones inaceptables contra responsables políticos y militares franceses", declaró un portavoz del ministerio, Romain Nadal.
París. - El ministerio francés de Relaciones Exteriores rechazó las “acusaciones inaceptables” de Ruanda sobre la presunta participación de Francia en el genocidio de 1994, pero dijo querer “construir una nueva relación” con Kigali.
En el informe divulgado por las autoridades ruandesas “hay acusaciones inaceptables contra responsables políticos y militares franceses”, declaró un portavoz del ministerio, Romain Nadal, quien precisó que el documento aún no había sido entregado “por canales oficiales”.
El informe de una comisión investigadora ruandesa, divulgado el martes en Kigali, acusa a Francia de haber “participado” en el genocidio y menciona por primera vez la posibilidad de entablar acciones judiciales contra ex dirigentes políticos y jefes militares franceses.
“Podemos interrogarnos sobre la objetividad del mandato confiado a esta “Comisión independiente” encargada por las autoridades ruandesas de reunir pruebas que demuestren la implicación del Estado francés en el genocidio perpetrado en Ruanda”, afirmó Nadal.
Pero “la determinación (de Francia) de construir una nueva relación con Ruanda, más allá de este momento difícil, permanece intacta”, agregó el portavoz.
En Kigali, la principal asociación de sobrevivientes del genocidio de 1994 en Ruanda, Ibuka, llamó el miércoles a Francia a “iniciar demandas” judiciales contra los ciudadanos franceses acusados en el informe de presunta responsabilidad en la matanza.
“La justicia francesa debería ser la primera en preocuparse de llevar ante la justicia a los criminales franceses”, declaró el miércoles a la AFP Theodore Simburudari, presidente de Ibuka (”Acuérdate” en la lengua del país).
“Las demandas judiciales son necesarias para que los culpables sean castigados y para que haya compensaciones para las víctimas”, indicó.
Según el informe, Francia estuvo “al corriente de los preparativos” del genocidio, “participó en las principales iniciativas” de su implementación y “en su ejecución”.
Según la ONU, unas 800,000 personas, sobre todo entre la minoría tutsi y los hutus moderados, fueron asesinadas durante el genocidio que tuvo lugar entre abril y julio de 1994 en Ruanda, planificado y ejecutado por los extremistas hutus.
Trece dirigentes políticos franceses -entre ellos el presidente francés de entonces, Franóois Mitterrand, el primer ministro Edouard Balladur y el ministro de Relaciones Exteriores Alain Juppé- son acusados por el informe.
La comisión investigadora ruandesa también acusa duramente a los soldados franceses que participaron en la operación militar y humanitaria desplegada en Ruanda de fines de junio a fines de agosto de 1994.
Interrogado el martes sobre estas acusaciones, el ministerio francés de Defensa remitió a su posición expresada desde 2007, restando “imparcialidad” y “legitimidad” a la comisión investigadora ruandesa.
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