Leí por ahí alguna vez que cuando a una persona le quitan el cristalino del ojo, durante un tiempo ve el mundo patas arriba, al revés, hasta que un día, bruscamente, vuelve a verlo al derecho. Creo que es lo que nos pasa: hemos acabado por acostumbrarnos a ver el mundo al revés y ahora nuestra visión ha dado un vuelco y ya no nos damos cuenta de que está al revés. Nos parece natural que el arte “alternativo” llene las galerías y los museos, que los críticos más respetables aplaudan a los pintores que se declaran más subversivos, que el Estado dé facilidades y hasta apoyo económico a las películas que más ganan o a los cantantes más millonarios del mundo, que se apoye como creadoras de empleo a las empresas que más despidos masivos practican, que los conservadores estén más dispuestos que nadie a arrasar el patrimonio histórico para hacer buenos negocios inmobiliarios… en fin, que ya nada nos asombra. Resulta que ahora son los presidentes de las democracias (Bush por ejemplo) los que avalan la tortura, los especuladores neoliberales que vociferaban contra la intervención del Estado los que ahora imploran que el Estado los saque del hoyo, los políticos delincuentes (en México, por ejemplo) los que apelan al “Estado de derecho”, que es para ellos otro nombre de la impunidad.
Otros ejemplitos de mundo al revés:
“El primer participante en el foro «Los principios que deben regir la reforma energética en México» Germán Martínez Cázares [presidente del PAN] cuestionó también a aquellos «teólogos del petróleo» por su actitud «paradójicamente conservadora» al no permitir una reforma que permita la transformación de la industria petrolera del país. Ese nacionalismo, sentenció, es una paradoja de conservadurismo que no busca nada ni propone nada. Es un eco del resentimiento surgido por la derrota electoral de 2006.” (La Jornada, 14 may.)
Otros ejemplitos de mundo al revés:
“El primer participante en el foro «Los principios que deben regir la reforma energética en México» Germán Martínez Cázares [presidente del PAN] cuestionó también a aquellos «teólogos del petróleo» por su actitud «paradójicamente conservadora» al no permitir una reforma que permita la transformación de la industria petrolera del país. Ese nacionalismo, sentenció, es una paradoja de conservadurismo que no busca nada ni propone nada. Es un eco del resentimiento surgido por la derrota electoral de 2006.” (La Jornada, 14 may.)
Comentarios
por cierto que paso con lo de la marcha funebre...si puedes contestame a mi correo si es el 31 mejor...asi evitas que falte a clases...si no de todos modos falto.
cuidate y sigue cambiando al lector de blog