Por: TPS
Cábula
(sust. masc./fem.)
Diagnóstico F-32.7 de “síndrome del choro mareador”
Definición: Individuo dotado de la peligrosa capacidad de mezclar desfachatez, comedia barata y malicia estratégica en dosis variables, produciendo un efecto inmediato de confusión, carcajada nerviosa o madriza inminente en quienes lo rodean. El cábula vive entre el ingenio callejero y la mitomanía profesional, oscilando entre hacerse el gracioso y hacerse el sabiondo, pero sin jamás tener la menor intención de asumir responsabilidad alguna.
Sintomatología típica:
- Uso compulsivo de bromas pesadas en funerales, velorios o trámites del SAT.
- Alarde de conocimientos enciclopédicos adquiridos en “memes universitarios” o en Wikipedia.
- Risa sardónica seguida de “no te creas, güey” al ver la incomodidad de la víctima.
- Tendencia a inventar cuentos chinos, “ardides” y tretas que sólo funcionan en su cabeza.
Diagnóstico diferencial: Se distingue del argüendero (F-45.2) porque el cábula no busca pleito, sino risas forzadas; y del lambiscón (F-50.9) porque el cábula no busca quedar bien, sino hacerse notar a costa del prójimo.
Pronóstico: Aunque socialmente tolerado en las pedas y reuniones familiares, su presencia prolongada puede causar daños irreparables en la paciencia colectiva, llevando a crisis de entripado grupal.
Ejemplo clínico: “Ese compa es bien cábula, me dijo que si mezclaba Tonayán con Red Bull podía ver a Dios, y sí lo vi… casi me voy con el.”
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