![]() |
“Xibalbá, el inframundo de los mayas”. Rina Lazo. 2019 |
Por Félix Ayurnamat
“Xibalbá, el inframundo de los mayas” de Rina Lazo
- Título: Xibalbá, el inframundo de los mayas
- Técnica: Temple sobre lienzo
- Medidas: 278 x 528.5 cm
- Año: 2019
Composición general
La pintura está organizada en una estructura narrativa horizontal, que recuerda a los códices prehispánicos o los frisos mayas. La escena fluye de izquierda a derecha, y se divide en tres planos principales: el inframundo, el mundo terrenal y el mundo celestial.
- Parte inferior: se representa el mundo subterráneo, Xibalbá, con figuras esqueléticas, animales nocturnos, elementos mitológicos y rituales de muerte.
- Centro: se narra el trayecto de los héroes míticos mayas, la vida cotidiana, los rituales y el contacto con los dioses.
- Parte superior: el firmamento con eclipses, astros y templos, sugiere la dimensión espiritual y cósmica de la cultura maya.
Esta estratificación vertical se complementa con un movimiento horizontal que va relatando de forma secuencial el viaje de los gemelos míticos Hunahpú e Ixbalanqué, protagonistas del “Popol Vuh”, el libro sagrado de los mayas quiché.
Técnica y color
Rina Lazo emplea una paleta terrosa y cálida, dominada por ocres, naranjas, rojos y cafés que refuerzan el ambiente infernal y el calor del trópico. La temperatura del color varía para delimitar las zonas míticas:
- Colores cálidos intensos en el cielo, que representan la conexión con lo divino, los eclipses y los fenómenos celestes.
- Tonos rojizos y oscuros en el centro de la tierra, para representar la violencia ritual, la muerte, el fuego y el inframundo.
- Verdes y azules fríos en el agua y la vegetación, que simbolizan el renacimiento, la fertilidad y la vida natural.
La técnica pictórica es detallada y cuidadosa, con un trazo firme, contornos bien definidos y un uso expresivo de la anatomía. Se nota la herencia muralista: figuras dinámicas, proporciones heroicas, narrativa múltiple.
Elementos formales
- Línea: Las líneas de contorno son marcadas y dan fuerza gráfica a los personajes. También se usan para dividir secciones narrativas y marcar el movimiento.
- Volumen: Se logra con luces y sombras sutiles. La tridimensionalidad está presente sin renunciar a una estética cercana al códice y al muralismo clásico.
- Espacio: Aunque la obra es bidimensional, hay una clara jerarquía espacial: el fondo celeste, el plano medio narrativo y el plano inferior con lo subterráneo. Todo está comprimido en un mismo campo visual, como en la iconografía mesoamericana.
- Ritmo: Hay un flujo continuo de escenas que van creando una lectura secuencial, donde la mirada del espectador se desplaza siguiendo acciones y gestos.
Interpretación simbólica
La obra representa el inframundo maya (Xibalbá), pero no sólo como un sitio de muerte, sino como parte de un ciclo de regeneración espiritual, cósmica y agrícola. La muerte no es final, es tránsito. Aquí algunos elementos clave:
- Los gemelos míticos (centro superior): Hunahpú e Ixbalanqué, héroes que descienden a Xibalbá para enfrentar a los señores de la muerte. Su viaje representa el ciclo del sol, la lucha entre la vida y la oscuridad, y la renovación del tiempo.
- El eclipse solar (arriba al centro y derecha): Un fenómeno temido y reverenciado por los mayas. Simboliza el momento en que las fuerzas del inframundo amenazan con consumir la vida. Es también metáfora del caos previo al orden.
- El sacrificio ritual: Varias figuras muestran autosacrificios, desmembramientos o actos religiosos. Esto remite al papel central de la sangre como ofrenda de renovación en el mundo prehispánico.
- Los animales del inframundo: Jaguares, murciélagos, serpientes, búhos. Todos son asociados a Xibalbá. Son guardianes o mensajeros entre mundos.
- El río (abajo): Puede interpretarse como la frontera entre el mundo de los vivos y el inframundo. Allí aparecen canoas y remeros, quizás guiando almas.
- La representación de la edificación llamada “El observatorio”: Un guiño a la sabiduría astronómica maya, pero también una crítica moderna: cómo las culturas originarias sabían del cosmos mucho antes de la ciencia occidental.
Más allá de su enfoque arqueológico, Rina Lazo nos ofrece una visión crítica y poética de la cosmovisión maya. No es una ilustración folclórica, sino una reinterpretación política y simbólica: la artista revaloriza los saberes ancestrales, denuncia la destrucción cultural, y propone una lectura anti-colonial, donde lo indígena no es pasado muerto, sino raíz viva.
“Xibalbá, el inframundo de los mayas” es un mural narrativo y simbólico, que entrelaza el pasado mítico con una mirada contemporánea y crítica. Rina Lazo no sólo retrata el imaginario maya, sino que lo reactiva como herramienta de resistencia cultural. La obra nos permite ver el pasado no como ruina, sino como potencia.
Comentarios