Por TPS
Agüitado
(sust. masc./fem., adj.)
Código DSM: F-99.4 “Trastorno depresivo transitorio”
Estado psicoemocional en el que el individuo presenta una caída anímica visible, similar a un globo sin aire o a un taco sin salsa. El agüitado es el sujeto que trae el moco caído, el ánimo por los suelos y la mirada de perro regañado, normalmente porque le cancelaron la peda, lo cortó su querencia o descubrió que la quincena ya se fue en el pago de deudas.
Sintomatología característica:
- Cara de Tláloc: Cara de llovizna permanente, incluso en días soleados.
- Lenguaje lento y quejumbroso: Frases tipo “ya ni la amuelan”, “la vida no vale nada” o “ahorita no, gracias”.
- Postura corporal de tlacuache mojado: Hombros caídos, mirada al piso y paso arrastrado.
- Hipohedonismo social: Rechazo a las chelas, la cumbia y los memes de gatitos (signo de gravedad clínica).
Factores Desencadenantes:
- Desaires amorosos.
- Malas calificaciones.
- Regaños del jefe en lunes por la mañana.
- Noticias de que ya subió la tortilla.
Diagnóstico Diferencial:
- No confundir con Chípil: El agüitado es melancólico, el chípil es chillón.
- No confundir con Entripado: El agüitado llora, el entripado grita.
- No confundir con Paniquearse: El agüitado está triste, no asustado (aunque a veces se combinan para formar el temido “combo lagrimeado”).
Pronóstico:
Con atención oportuna (videos de gatitos, abrazo sincero o una torta de tamal), el cuadro suele resolverse en 24-72 horas. Si no se atiende, puede evolucionar a Modo Emo 2007, con poemas oscuros en Facebook y frases de Panda en el estado de WhatsApp.
Tratamiento Sugerido:
- Suministro inmediato de unos buenos tacos.
- Playlist de de rolitas de llegadoras para “sacarlo todo”.
- Terapia grupal en la banqueta con compas diciendo “ya, no llores, vámonos por una chela”.
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