Ilustración de D.H. Friston de la primera publicación de Carmilla en la revista The Dark Blue en 1872. Por Terronauta En las sombras del siglo XIX, una era de transformaciones que sacudieron los cimientos de la sociedad, emergió el **terror gótico** como un susurro en la oscuridad. Fue un tiempo donde la Revolución Industrial y el racionalismo iluminaron el mundo con su fría luz, pero en contraste, el terror gótico se alzó como un santuario de penumbra, un lugar donde los enigmas del espíritu y las entidades sobrenaturales podían danzar libremente. Este fue un siglo que miró hacia atrás, hacia lo medieval y lo arcano, rebelándose contra la lógica implacable y la mecanización asfixiante de la existencia. Mary Shelley, la sacerdotisa de este culto literario, nos legó "Frankenstein, o el moderno Prometeo" (1818), una obra maestra que se cierne sobre la literatura gótica como una catedral en ruinas. Shelley, en su novela, traza los confines de la ambición humana y la ab...