Por TPS
Ñáñaras (sust. fem. pl.): Síndrome psicosomático mexicano caracterizado por una sensación electrificante e incómoda que recorre la espina dorsal con destino directo al área perianal, como si el cuerpo activara una alarma sísmica emocional de intensidad variable. Se presenta en contextos de incomodidad extrema, vergüenza ajena, miedo ridículo o inminente peligro existencial, generalmente sin causa médica aparente pero con todo el respaldo del alma y la cola apretada.
Características diagnósticas:
1. Espasmo glúteo-inminente: Activación involuntaria del esfínter anal, como si se tratara de un instinto ancestral de supervivencia. La expresión facial asociada suele incluir ojos de plato y una sonrisa fingida de “todo bien, pero me estoy cagando de miedo”.
2. Sudoración fría con temblorcito moral: El paciente reporta escalofríos y sudor en lugares insospechados, incluyendo el pensamiento. A menudo se acompaña de la frase: “¡Ay, sentí ñáñaras!”.
3. Hipervigilancia y tensión cutánea: El sujeto entra en estado de alerta similar al de un tlacuache espantado, adoptando posturas defensivas como cruzarse de brazos, encogerse o poner el teléfono en modo vibrador, aunque no haya nadie llamando.
4. Incomodidad social: Puede detonarse por actos como escuchar algo similar a la alarma sísmica, que te cachen en una movida, o recibir un correo del SAT. El espectro va desde el “me dio penita ajena” hasta el “trágame tierra, pero ya”.
Ejemplos de Situaciones Ñañarosas:
– Cuando le dices “te amo” a alguien y no te responde.
– Cuando subes tu primerun video en TikTok y esperas los primeros comentarios.
– Cuando vas caminando en la calle y alguien te grita “¡psst, oye!”, pero no sabes si es para venderte algo o asaltarte.
Diagnóstico Diferencial:
No debe confundirse con el miedo verdadero (que paraliza), ni con la risa nerviosa (que disimula). Las ñáñaras son un estado de vergüenza anticipada y pánico social encapsulado en microdescargas de pánico, exclusivamente de los mexicanos y no reconocido por la OMS, pero sí por todas los que vivimos en México..
Tratamiento Sugerido:
– Respirar hondo y repetir la frase mágica: “no soy yo, es el mundo el que está mal”.
– Evitar eventos públicos o reuniones familiares incomodas.
– Llevar siempre un bolillo en la mochila.
Pronóstico:
Las ñáñaras tienden a disminuir con la edad, el cinismo o el alcohol. Sin embargo, pueden reaparecer en bodas, videos vergonzosos del pasado o entrevistas de trabajo.
Las ñáñaras no matan, pero dejan huella. Son la prueba fehaciente de que el cuerpo tiene dignidad propia y que a veces reacciona antes que la razón.
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