Por TAEXVI
Entre 1971 y 1990, la fotografía artística en México experimentó una transformación significativa, marcada por la exploración conceptual y el compromiso social. Durante este periodo, los fotógrafos comenzaron a cuestionar las fronteras tradicionales del medio, incorporando elementos de otras disciplinas y abordando temas que reflejaban las complejidades de la sociedad mexicana.
Enrique Bostelmann es un ejemplo destacado de esta evolución. Su obra se caracteriza por una combinación de crítica social y experimentación formal. En su serie "América: un viaje a través de la injusticia" (1970), Bostelmann documenta las desigualdades en América Latina, utilizando la fotografía como herramienta de denuncia. Posteriormente, su trabajo se orienta hacia lo conceptual, integrando objetos cotidianos y elementos escultóricos para cuestionar la percepción y la representación visual. Esta dualidad en su obra me lleva a reflexionar sobre cómo la fotografía puede ser simultáneamente un medio de crítica social y una forma de exploración estética.
Durante estos años, también surgieron colectivos y movimientos que promovieron la fotografía como una forma de expresión independiente y comprometida. El Movimiento de Fotografía Independiente (MOFI), fundado en 1984 en Xalapa por Miguel Fematt y otros fotógrafos, buscó crear espacios alternativos para la exhibición y discusión de la fotografía. Este movimiento fomentó la experimentación y la reflexión crítica, desafiando las estructuras establecidas del arte y la cultura visual en México.
La fotografía artística mexicana en este periodo también se caracterizó por una creciente profesionalización y reconocimiento institucional. La creación de revistas especializadas, como "Fotozoom" en 1974, y la fundación del Consejo Mexicano de Fotografía en 1977, proporcionaron plataformas para la difusión y el análisis crítico de la obra fotográfica. Estas iniciativas contribuyeron a consolidar la fotografía como una disciplina artística autónoma, capaz de dialogar con otras formas de expresión y de abordar las problemáticas sociales de su tiempo.
Graciela Iturbide. Pájaros en el poste de luz, Carretera a Guanajuato, Mexico (1990)
La obra de Graciela Iturbide también es emblemática de este periodo. Sus fotografías, como "Pájaros en el poste de luz", capturan momentos cotidianos con una sensibilidad que invita a reflexionar sobre la identidad y la cultura mexicanas. Iturbide logra, a través de su lente, revelar la complejidad de la vida en México, fusionando lo tradicional con lo contemporáneo. Su trabajo me lleva a considerar cómo la fotografía puede ser un medio para explorar y comprender las múltiples capas de la realidad social.
En este contexto, también surgieron colectivos que desafiaron las convenciones establecidas. El grupo "Fotógrafos Independientes", liderado por Adolfo Patiño, conocido como "Adolfotógrafo", se destacó por sus retratos del entorno urbano y callejero, alejándose de las imágenes del nacionalismo mexicano . Sus exposiciones callejeras y su enfoque en temas como la prostitución, la publicidad y la contracultura me hacen cuestionar el papel de la fotografía en la representación de realidades marginadas y en la confrontación de discursos oficiales.
Además, la institucionalización de la fotografía como forma de arte en México durante estos años permitió la consolidación de espacios y eventos dedicados a su difusión y estudio. La creación de festivales y exposiciones, como las organizadas por el Centro de la Imagen, brindó a los fotógrafos plataformas para presentar su trabajo y dialogar sobre las posibilidades estéticas y narrativas del medio. Esta apertura me hace pensar en cómo el reconocimiento institucional puede influir en la evolución y apreciación de la fotografía artística.
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