"Vlady: Revolución y Disidencia", en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Por Daniel Rodríguez
7 de marzo de 2023
Después de explorar los pasillos del Antiguo Colegio de San Ildefonso, lugar en el que se pintaron los primeros Murales en México hace 100 años, estoy listo para ver la más reciente exposición "Vlady: Revolución y Disidencia", en la que se exhiben más de 300 obras del pintor, grabador y muralista ruso-mexicano, también a 100 años de su natalicio.
Vladimir Kibalchich Rusakov, "Vlady", nació el 15 de junio de 1920, en Petrogrado (ahora llamada San Petersburgo), en plena revolución rusa. Vivía muy cerca del Museo de Arte y lo visitaba continuamente, lo que incentivó su gusto por la expresión plástica. En 1936 Valdy y su padre tuvieron que salir del país, y no tuvieron una residencia fija hasta que México les dió la bienvenida en 1941. Al haber vivido, directa o indirectamente, el estalinismo, el nazismo, la persecución, las desapariciones forzadas, incluso el exilio, tanto en Rusia como en otros países del mundo, dejó registro de su postura política, filosófica y social en sus obras, hasta el final de su vida, el 21 de julio de 2005, en Cuernavaca, Morelos.
"Autorretrato", pintura al óleo.
Esta exposición ocupa 7 salas del museo (a su máxima capacidad), divididas en 5 temas principales que muestran alguna faceta del artista, en una especie de autobiografía narrada por sus propias pinturas y bocetos.
Sus dibujos han captado mi total atención, y hay decenas de ellos, resguardados en libretas y portafolios, que con gran acierto se han agregado a esta exhibición. "Dibujar es corregir", decía el crítico de arte John Berger en su libro "Cuaderno de notas de Bento". Domar a la mano para que pueda traducir lo que la mente ya ha creado en su interior, a través de la repetición. Y Vlady dibujó mucho, bastante.
"Mamá", dibujo a lápiz
Dibujó, por ejemplo, a su madre transtornada por la locura y el delirio, en su vejez. Y se dibujó a él mismo varias veces, cargándola, soportándola, dándole un punto de apoyo. Pose que más tarde ocuparía en uno de sus más famosos cuadros de gran formato, "El uno no camina sin el otro".
"El uno no camina sin el otro"En sus dibujos, con trazos firmes y continuos, logró capturar el carácter de sus modelos, incluso las tribulaciones de sus mentes.
Ver los bocetos al lado de la obra final, es como entrar en su mente y descubrir lo que pensaba o sentía en ese momento, es poder seguir su proceso de creación y recreación, es llegar a conocer y reconocer al artista detrás del pincel.
Ávido lector y, además, siempre en busca de nuevas formas de expresarse, no es de extrañar que Vlady se sintiera atraído por el surrealismo, y posteriormente la pintura en mural, que demanda ciertas habilidades y conocimientos, los cuales no tardó en asimilar.
No extraña entonces que uno de sus murales cierre esta exposición, y es verdaderamente una joya, contiene elementos que aluden a la leyenda de "Xerxes", donde se cuenta que el rey persa mandó, absurdamente, a sus soldados a azotar las olas con sus látigos, por que el océano no quiso abrirle paso a él y a todo su ejército, con la intención de invadir Grecia, cerca del año 500 a. C.
"Xerxes", 1990Todo en la obra de Vlady es muy simbólico. Para poder comprenderla realmente, hay que descifrar las simbologías que, en general, son el tema principal.
En este mural, nuestra mirada inicia por la izquierda superior de la obra, donde Vlady pintó a los soldados de Xerxes, apenas definidos, azotando las olas que han adoptado formas femeninas. Una venenosa serpiente color de jade, es sujetada firmemente por un cíclope de proporción gigantesca. Éste es Xerxes, quien para Vlady representa la arrogancia y el poder que ciegan a la humanidad, retorcido y colocado en el plano más superior de la obra, el plano que ocupan los Dioses en un contexto religioso.
El ojo de Xerxes, que mira desde una única perspectiva, propia de una mente cerrada, intolerante y obsesiva, es el punto focal de esta obra.
Formando un triángulo visual muy claro que abarca casi todo el mural, hay tres elementos. La cabeza de Xerxes en la punta superior, un soldado de Xerxes con rostro calavérico, más abajo a la izquierda, y por último, una bestia mítica, del lado derecho, que carga sobre su lomo a la estupidez humana, personificada en Xerxes, y que tiene un cuello exageradamente extenso, enrollado sobre sí mismo, y con los pechos descubiertos.
En la zona central del mural la ola con forma femenina, que para Vlady representa a la sociedad, se defiende del látigo opresor de un soldado de Xerxes, empoderada y decidida a no permitir más abusos, pero aislada, casi invisibilizada, igual que las revueltas en toda Latinoamérica. La composición en espiral de los elementos de la obra, que hace referencia al mar y al movimiento, logra cautivarnos y mantenernos absortos en la obra el tiempo suficiente para que tomemos conciencia de nuestra condición actual.
En la parte inferior, el mar y la tierra con brillantes colores turquesa y rojo, en una combinación balanceada y muy dinámica, son el terreno del ser humano. Ésta zona, resulta increíblemente relajante. Qué manera de crear una salida visual, agradable y natural, para esta obra.
El mural, en préstamo por un particular, queda enmarcado perfectamente en el espacio destinado para su exhibición, como si hubiera sido planeada así desde su concepción. ¿Cómo habrán hecho para meterla a la sala por tan pequeña puerta?
Si te preguntas por qué este magnífico artista ha sido relegado a un segundo plano en la historia del arte y por qué no se menciona junto a las luminarias del arte plástico del siglo pasado, te invito a visitar esta exposición y descubrir, en no menos de 90 minutos, más sobre la vida y obra de un autor muy importante y muy mexicano.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso está ubicado en la calle Justo Sierra, número 16, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, cerca de la estación Zócalo de la línea 2 del Metro. Está abierto de martes a domingo, en horarios de 11:00 a 17:30 horas. La entrada general tiene un costo de 50 pesos, pero con credencial de estudiante es a mitad de precio. Los domingos la entrada es gratuita.
Vlady, retrato fuente: portalweb.uacm.edu.mxLa exposición "Vlady: Revolución y Disidencia ", estará hasta el 30 de abril de 2023. ¡Ven a festejar los 100 años del muralismo en México, en la cuna de este movimiento artístico!
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