Por Terrornauta
18 de febrero 2024
El género slasher, con sus raíces entrelazadas en las oscuras profundidades del cine de explotación, es un monumento a la violencia estilizada y al terror psicológico. En este oscuro viaje a través de las sombras cinematográficas, exploraremos los orígenes, los maestros y las películas emblemáticas que han moldeado el género slasher en la historia del cine.
Los orígenes del género slasher se remontan a las décadas de 1960 y 1970, un período de fermentación cultural y social que desencadenó una oleada de creatividad en el cine de terror. Inspirado por los thrillers de suspense y las películas de exploitation, el slasher encontró su voz en películas como "Psycho" (1960) de Alfred Hitchcock y "The Texas Chainsaw Massacre" (1974) de Tobe Hooper. Estas obras maestras del terror establecieron las bases para el género, introduciendo elementos como el asesino enmascarado, la víctima indefensa y la violencia gráfica que se convertirían en pilares del slasher.
Entre los maestros del género, se destaca el visionario John Carpenter, cuya película "Halloween" (1978) se erige como un hito en la historia del slasher. Con su icónico asesino enmascarado, Michael Myers, Carpenter tejió una historia de terror visceral que resonó en el corazón del público y catapultó al género a nuevas alturas de popularidad. "Halloween" no solo estableció el arquetipo del slasher moderno, sino que también inspiró una legión de imitadores y secuelas que perpetuaron su legado en la cultura popular.
Otro maestro del género es Wes Craven, cuya película "A Nightmare on Elm Street" (1984) introdujo al mundo al terrorífico Freddy Krueger. Con su premisa innovadora de un asesino que acecha en los sueños de sus víctimas, Craven desafió las convenciones del slasher tradicional y creó un icono del horror que perdura hasta el día de hoy. La influencia de Craven en el género es innegable, y su legado se extiende más allá de "A Nightmare on Elm Street", abarcando obras maestras como "Scream" (1996), que revitalizó el slasher en la década de 1990.
En el panteón de películas emblemáticas del género slasher, se encuentran clásicos como "Friday the 13th" (1980) de Sean S. Cunningham, una saga que ha perdurado a lo largo de múltiples secuelas y remakes, consolidándose como una de las franquicias más duraderas del cine de terror. La trama sencilla de un grupo de jóvenes acosados por un asesino enmascarado en un campamento de verano ha cautivado a generaciones de espectadores y ha dejado una marca indeleble en el imaginario popular.
Otra película emblemática es "The Texas Chainsaw Massacre", una obra maestra del terror que ha influido en innumerables cineastas y ha dejado una huella imborrable en el género slasher. Con su atmósfera opresiva, su violencia cruda y su icónico antagonista, Leatherface, la película de Tobe Hooper desafió las convenciones del cine de terror de su época y estableció un nuevo estándar de intensidad y brutalidad que sigue resonando en la conciencia colectiva.
El género slasher es más que una mera colección de películas sangrientas; es un reflejo de los temores y ansiedades de la sociedad contemporánea. En un mundo donde el mal acecha en cada esquina y la violencia es omnipresente, el slasher nos confronta con nuestros miedos más profundos y nos obliga a enfrentar la oscuridad que yace dentro de nosotros mismos. A través de su estilizada violencia y su atmósfera opresiva, el slasher nos recuerda la fragilidad de nuestra existencia y la inevitabilidad de nuestra propia mortalidad.
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