Por El Perrochinelo
18 de febrero 2024
¡Ah, qué pedo con esos "machitos" que piensan que pueden controlar la vida de las mujeres con un par de golpes! Parece que se les olvidó que estamos en el siglo XXI y no en la época de la prehistoria donde los hombres se creían los dueños del rancho. Vamos a echarles un ojo a estos "súper hombres" que compensan su falta de empatía con dosis de violencia.
Resulta que hay unos cuates que, en lugar de tomarse un té de tila o ir al psicólogo para controlar sus emociones, deciden que la mejor manera de lidiar con sus inseguridades es dándole una paliza a su pareja. ¡Qué valientes, compadres, qué machotes!
Parece que se les olvidó que la verdadera fortaleza no está en los músculos, sino en el corazón y en la mente. ¿Acaso piensan que la violencia es la demostración suprema de masculinidad? Ni que estuviéramos en la Edad Media donde los caballeros andaban repartiendo catorrazos por doquier.
Lo peor es que estos "héroes de la masculinidad tóxica" creen que pueden controlar la vida de las mujeres como si fueran marionetas en sus manos. ¡Qué pena das, compa! Más bien parecen payasos tratando de hacer un acto de malabares con la dignidad de sus parejas.
Y después de sus berrinches de control y sus arrebatos de violencia, ¿qué hacen? Se creen los mártires de la relación, como si fueran unos pobres incomprendidos que solo quieren lo mejor para su pareja. ¡Por favor, qué pinchicinismo! Parece que su única habilidad es la de ser unos maestros en la manipulación emocional.
En fin, banda, la neta es que estos "machitos golpeadores" solo demuestran su debilidad y falta de hombría con cada puñetazo que lanzan. Así que, por el bien de todos, dejemos de aplaudirles sus comportamientos deplorables y mejor llamemos a las cosas por su nombre. ¡Menos violencia y más respeto, por el amor de Dios!
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