Ir al contenido principal

El poeta invitado

Agradecemos nuevamente a Nirvana por compartir sus poemas. 


La musa está muerta

Reposan sus restos sobre mi cuerpo de madera

Bañados en mirra

Sus labios morados sin beso alguno guardado

Desechos en miel

Y ausentes

Las cicatrices que dejan los buenos amantes

 

Sin querer le recuerdo

Violada repetidamente por el tren de la rutina

El vaivén ritual del día y de la noche

Marchitado sus viñas han

 

Su cofre de desvelos sellado

Despoblado de sus abrazos,

De las plumas de lo que me hacía ella pensar que un ángel era,

Las sombras de todas las noches ocultas bajo sus manantiales

Propias, del sentimiento, del verbo encarnado

 

No llaman más a la puerta

Las marañas de un ingenio herido

Lo que era sacro, su ruido

Es cautivo, en cátedras desiertas

 

Su teoría. Sus libros y su ciencia

A ojos de Titán semejan olvido

Acabado fue el perjurio, dulzor de los pasteles

Pues a la hora del mármol

Tus adeptos taimados, eunucos, bien rimados

No estarán sembrándote violetas

A tu entierro irán, muy colorados

Y en las bolsas, y en los trajes, y en las maletas

Una pobre cajita

Repleta de tarjetas.

 

 

Es más fuerte que yo

Usando con maestría los tentáculos lovecraftianos

Que apestan de fluidos

Que empapan de lujuria las paredes de mi hábitat ufano

 

Números no desconocidos

Después de la medianoche

Mi boca confunde el sabor del Listerine

Y el hedor cansino que desprende la muerte

 

No

Confundiéndome con la versión de un software

Vilipendiando vilipendiables dones

Prestos

A ser calculados por celdas de quince por veinte

                            Píxeles

La luz que me toma por el cuello

Ha ido a todos los gimnasios

Atronados por sus feligreses;

Tanto, que el cristal donde se empareda

Empañado está de su resuello

Que a pesar de decir pensar

No conoce los bordes curveados

 

(Al igual que nosotros

Fue víctima, del pensamiento abstracto)

 

Con ella no puedo

Me toca el clutch, y el parking de nuevo

Toma sus vitaminas, come a sus horas

Pinta a quien madruga de color huevo

Y si Dios volviera a inventar a las orcas

¿Quién podría detenerlo?

 

 

Eureka

¿Quién soy yo ahora?

¿Alguien sabe?

Tan desnudo de hambres que parezco virgen

Inarticulado cual cristal en mena

Descomprimido

Al son de cuánticos alaridos

Que a base de media y leche materna

(Creyeron)

Aprendiendo a mover sus manos

 

No sé quién soy yo

Sí alguien sabe

Que le hable al amor de mi infancia

Ese, que las graves nalgas no reemplazan

Hortensias en alto pe hache sembradas

Véase, que el duelo vuelve a mis cohabitantes

Expertos, remisos, y sabios merolicos

 

Entra en mí apocalipsis

Tus tranvías venas de muerte transporte

Desacomodadas

Como estas palabras

Designificadas

Cómo vivir después de González Camarena

Y despensadas

Por los dioses que nos dieron ideas

 

¿Aún no sabes quién soy?

Toca la puertas otras seis veces

Y pierdete más

Cree a quienes mienten y calla

lo que el agua borbota como correcto

Las termitas bailantes al ritmo de un Fibonacci

Piernas que retiemblan de antifálica cobardía

Interpretando cuadros como contraseñas

De manías es la más Santa aquella:

Obsequiar espejos a su cofradía

 

Esperando la iluminación

Jamás llegará

 

Tú sabes quién soy yo

Ahora

 

Las ganas desmadrugadas de volver a la mar

Lealtad de perro que genera su propia energía

Hacer fuerte la mano que cura cualquier avería

Los puntos rosados en la cara después de felar

Sí, de felar

Los sublimes puntos rosados, mezclados en moléculas ilegibles

Arrobados, innegados por reales

Por felar ese corazón que partirá a mediodía

Y que te robará los suspiros

Hasta el instante yuxtapuesto irremediablemente anterior al deceso

A tu ángel guardian llameando, crujiendo, “diciendo”

 

¡Eureka! Tú eres…


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta de Belisario Dominguez

Señor presidente del Senado: Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas acostumbradas y a suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión, tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer enseguida a los señores senadores. Insisto, señor Presidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el pueblo y urge que el Senado lo conozca antes que nadie. Señores senadores: Todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente. Indudablemente, señores senadores, que lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan en política, que están al corriente de los sucesos del pa

La Tardomodernidad

Sin duda lo que hay detrás del proyecto multiforme de vaciar el sentido en este época (que yo llamaría, más que postmodernidad, tardomodernidad) es la ambición de crear un nuevo hombre. Nietzsche lo dijo claramente, y hasta tuvo la ingenuidad de llamarlo Superhombre, idea más bien cómica que acaba en un comic : Superman. La vanguardia no lo dijo tan claramente. La ambición de La Révolution Surréaliste era cambiar al hombre, según su propia consigna. Cuando la revista pasa a llamarse Le Surréalisme au Service de la Révolution, esa consigna se supedita a la consigna marxista de cambiar el mundo. 15 DE ABRIL Sin duda porque aceptan que el camino para cambiar al hombre es cambiar el mundo. Pero esa aceptación no podía durar, y en efecto no tardó en venir la ruptura. Porque ese cambio puede entenderse de diferentes maneras. Las idea del cambio histórico como tarea del hombre era algo que Occidente había ido asumiendo poco a poco y estaba claramente asentada por lo menos desde el Romanticism

Agustín Muhlia 1942-2009 In memoriam

Por: Eduardo A. Rincón Mejía y Martha Aranda Pereyra En: Revista Solar M Marzo 2009 Uno de los científicos mexicanos más importantes y sobresalientes de nuestros tiempos, pionero en la investigación de la energía solar y un destacado y muy activo miembro de la comunidad solar mexicana e internacional. Dicen que cuando dos seres pasan mucho tiempo juntos terminan por parecerse, su genialidad así como su trabajo nos seguirán iluminando por muchos años, tal como el Sol. Por los caminos del Sol Agustín Muhlia Velázquez nació el 11 de marzo de 1942 en San Felipe Tlalmimilolpan, un pequeño pueblo aledaño a la ciudad de Toluca, estado de México. En una familia común con tres hermanas y cuatro hermanos, se distinguió desde pequeño por sus capacidades extraordinarias. La tecnología en él era un don que quizás le venía de familia, su abuelo José Velázquez fue inventor, le gustaba ponerle motores a las cosas y hacer aparatos. Era dueño de una empresa textil y al ver el talento natural de su nieto