30 de Abril 2023
Querido Félix
Hace una semana que llegue a la ciudad de Cíbola, una ciudad que ha sido un enigma para muchos durante siglos. Desde mi llegada, he sido cautivado por su belleza y su misterio. Me han contado que esta ciudad fue fundada hace cerca de mil años por una de las tribus que salio de Aztlán que adoraba a también a Huitzilopochtli. A lo largo de los años, Cíbola se convirtió en una de las ciudades más prósperas de la región del suroeste norteamericano.
Sin embargo, esta prosperidad llegó a su fin cuando los conquistadores españoles llegaron a la región. Ellos habían oído hablar de la riqueza de Cíbola y de sus tesoros ocultos. Pero al llegar a la ciudad, encontraron que estaba protegida por una muralla impenetrable y que los ciudadanos de Cíbola estaban dispuestos a luchar para defender su hogar.
Los españoles intentaron asediar la ciudad durante meses, pero nunca lograron penetrar la muralla. Finalmente, los españoles se retiraron, dejando a Cíbola intacta y misteriosa, pero también dejaron sus enfermedades que al paso de los meses diezmaron a la población.
He escuchado que la ciudad de Cíbola esconde secretos y que solo los más sabios pueden llegar a ellos. Muchos han intentado descubrirlos a lo largo de los siglos, pero pocos lo han logrado.
Afortunadamente con mi visita a Shangri-La he conseguido una reliquia con la que me han permitido acceder a lugares prohibidos, para seguir con mi búsqueda.
Mientras exploraba la ciudad, me encontré con una anciana que me contó uno de los mitos más interesantes de Cíbola. Según ella, en el centro de la ciudad hay un templo secreto dedicado a Huitzilopochtli. Dentro del templo, se encuentra un objeto sagrado que puede conceder deseos a aquellos que lo poseen. Pero para acceder al templo, se necesita una llave que solo puede ser encontrada por aquellos que son dignos de ella.
La anciana me dijo que había estado buscando la llave durante toda su vida, pero nunca había logrado encontrarla. Me dejó con una advertencia: "ten cuidado, niña. Cíbola es un lugar peligroso y lleno de secretos. No todos los que vienen aquí están destinados a encontrar lo que buscan".
Desde entonces, he estado explorando la ciudad con mucho cuidado. Cada día descubro algo nuevo y emocionante, pero siempre mantengo los ojos bien abiertos y los oídos atentos. Espero encontrar lo que vine a buscar y descubrir los secretos de mis abuelos.
Te mando un abrazo desde la misteriosa ciudad de Cíbola.
Rebeca Jiménez.
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