Ir al contenido principal

Responsabilidad

Para ser auténtico sujeto del Derecho, el individuo tiene que asumir su responsabilidad, que es asumirse a sí mismo. Por eso el Estado de derecho en el pleno sentido de esa expresión tiene que ser necesariamente laico. El Estado de derecho es la sociedad de los hombres libres. Esto puede llamarse una comunidad, pero entendiendo con ello, paradójicamente, una comunidad libre. Lo que se entiende generalmente por comunidad, ésa que da su identidad al individuo, no es una comunidad libre, es a modo de comunidad religiosa, se funda en algo que trasciende al individuo y anula la responsabilidad.
Llamemos, por comodidad, comunidad libre a la una y comunidad dada o comunidad de hecho a la otra.
Sólo podemos pertenecer a una comunidad libre deponiendo nuestra identidad en la comunidad de hecho. Que no es lo mismo que derribarla o destruirla. Deponer las armas no es tirarlas al arroyo, es no blandirlas. Lo que forma conflicto es justamente blandir la identidad en el terreno del Derecho. O sea hacer lo mismo que Creonte, pero al revés. También Creonte pone la ley de los vivos y la ley de los muertos en el mismo terreno. La tiranía es ahogar la libertad en una comunidad libre; en una comunidad de hecho, eso no sería tiranía, sería caudillaje. Entendámonos: el Caudillo es también tirano porque ejerce también su poder sobre aquel aspecto de la sociedad que es comunidad libre; pero para la comunidad cuya identidad encarna, no es un tirano, es un líder. No tiene sentido decirle a un verdadero nazi que Hitler es un tirano.
Ante la comunidad de hecho, Hitler y Creonte representan los polos opuestos; Hitler la encarna, Creonte la ahoga. Se ve que es tan mortífero encarnarla como ahogarla.
Pero en nuestro confuso mundo actual, nadie niega abiertamente que es tiránico ahogar las identidades de hecho, pero tampoco acepta nadie abiertamente que es igualmente tiránico encarnarlas.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta de Belisario Dominguez

Señor presidente del Senado: Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas acostumbradas y a suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión, tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer enseguida a los señores senadores. Insisto, señor Presidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el pueblo y urge que el Senado lo conozca antes que nadie. Señores senadores: Todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente. Indudablemente, señores senadores, que lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan en política, que están al corriente de los sucesos del pa

La Tardomodernidad

Sin duda lo que hay detrás del proyecto multiforme de vaciar el sentido en este época (que yo llamaría, más que postmodernidad, tardomodernidad) es la ambición de crear un nuevo hombre. Nietzsche lo dijo claramente, y hasta tuvo la ingenuidad de llamarlo Superhombre, idea más bien cómica que acaba en un comic : Superman. La vanguardia no lo dijo tan claramente. La ambición de La Révolution Surréaliste era cambiar al hombre, según su propia consigna. Cuando la revista pasa a llamarse Le Surréalisme au Service de la Révolution, esa consigna se supedita a la consigna marxista de cambiar el mundo. 15 DE ABRIL Sin duda porque aceptan que el camino para cambiar al hombre es cambiar el mundo. Pero esa aceptación no podía durar, y en efecto no tardó en venir la ruptura. Porque ese cambio puede entenderse de diferentes maneras. Las idea del cambio histórico como tarea del hombre era algo que Occidente había ido asumiendo poco a poco y estaba claramente asentada por lo menos desde el Romanticism

Agustín Muhlia 1942-2009 In memoriam

Por: Eduardo A. Rincón Mejía y Martha Aranda Pereyra En: Revista Solar M Marzo 2009 Uno de los científicos mexicanos más importantes y sobresalientes de nuestros tiempos, pionero en la investigación de la energía solar y un destacado y muy activo miembro de la comunidad solar mexicana e internacional. Dicen que cuando dos seres pasan mucho tiempo juntos terminan por parecerse, su genialidad así como su trabajo nos seguirán iluminando por muchos años, tal como el Sol. Por los caminos del Sol Agustín Muhlia Velázquez nació el 11 de marzo de 1942 en San Felipe Tlalmimilolpan, un pequeño pueblo aledaño a la ciudad de Toluca, estado de México. En una familia común con tres hermanas y cuatro hermanos, se distinguió desde pequeño por sus capacidades extraordinarias. La tecnología en él era un don que quizás le venía de familia, su abuelo José Velázquez fue inventor, le gustaba ponerle motores a las cosas y hacer aparatos. Era dueño de una empresa textil y al ver el talento natural de su nieto