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No ser inteligente

Para una inteligencia colectiva no se necesitan genios. En la concepción actual, unos cuantos genios equilibran la balanza frente a una masa ignorante e ignorada y esto se considera perfectamente normal, puesto lo que prevalece es la noción de eficacia. Lo importante no es que todos sepamos de que se trata el asunto, sino que la máquina funcione con el máximo rendimiento. Por descontado, y como en la falacia de la división técnica del trabajo, el truco de los alfileres, no está nada claro que la máquina funcione mejor con uso pocos que dominen el conocimiento y muchos que no sepan nada. Pero institucionalmente es mucho más seguro. Con este criterio de eficacia se pueden producir sospechas como las que cita Stamp: "durante la vida y después de la muerte imponemos contribuciones a la inteligencia y al éxito hasta el punto de que apenas pueden propagar su especie. Michael Roberts vio en esto un peligroso descenso de la suma total en el promedio de inteligencia y de capacidad física del hombre, y que un aumento general del estándar de inteligencia y fuerza vital de las masas no contrapesaba la pérdida de lo que pudiera haberse conseguido por unos pocos seleccionados". La inteligencia se define también como la capacidad de adecuarse a algo: "capacidad general que pone el individuo de ajustar conscientemente su pensamiento a nueva exigencias".
Pero en sociedad, y el hombre es un ser social, las exigencias se definen socialmente, históricamente. Esa inteligencia sólo puede ser de todos. Pensada individualmente, esa "capacidad de adaptarse a las nuevas exigencias" no sería más que oportunismo, sería la "inteligencia del agandalle".Como dice Salva, "la inteligencia forma parte integrante de la cultura". Por ello, es un proceso, un informe, una relación. No puede ser una facultad, una sustancia, una cosa. Es movimiento, es historia.". De momento, nuestra inteligencia, no es gran cosa.
Para molestar, no estaría de más dar una definición tan inútil como las demás, pero molesta. Quizás la Inteligencia puede ser una cualidad que permita decidir colectivamente los fines y elegir los medios para alcanzarlos y que, de paso, sirva para resolver los conflictos que surjan dentro y fuera de la colectividad, con el menor costo social. Esta inteligencia no sería una cualidad fácil de forjar, pero al menos no se podría medir con el test de Binet - Simon, lo cual es un consuelo. Dado que el carácter de una inteligencia así es variable, perfeccionable y maleable socialmente, estamos en realidad tratando de una indefinición de la inteligencia. Una indefinición que evita todo intento de clasificación, todo intento de adecuación a la norma. (continúa)

Comentarios

Anónimo dijo…
en espera de la continuación

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