Por Ana Alva
La mañana del 26 de septiembre de 2025 el Centro Cultural Coreano en México, en pleno corazón de Polanco, se transformó en un puente entre dos mundos. Desde temprano, las sonrisas y la expectativa de los K-Influencers llenaban el vestíbulo: cámaras listas, atuendos con guiños al Hallyu y la emoción de vivir una experiencia que prometía mucho más que actividades, prometía comunidad.
El evento inició con la proyección del video de APEC, recordándonos que la cultura también dialoga con la diplomacia y los grandes escenarios internacionales. Pero fue al entrar de lleno en la experiencia que la jornada se volvió inolvidable.
El mediodía trajo consigo un respiro delicioso: un lunch temático inspirado en K-Pop Demon Hunters. El kimbap y el cup ramen fueron la mejor excusa para compartir mesa, intercambiar anécdotas y seguir hablando de Corea en cada bocado.
Uno de los instantes más significativos fue cuando se anunció que los K-Influencers más activos serían invitados a la próxima “Noche del Hallyu”, un reconocimiento que no solo premia la difusión, sino que fortalece la unión entre creadores y el Centro Cultural Coreano en México.
Pero quizá lo más valioso de esta jornada no estuvo en el programa, sino en la magia de la convivencia. La presencia de la comunidad hallyu recordó que este fenómeno cultural no es moda pasajera, sino un movimiento que teje puentes sólidos entre México y Corea, demostrando que la cultura, cuando se comparte, multiplica su fuerza.
El Día de Experiencia Cultural Coreana cerró con fotos colectivas, abrazos y promesas de futuros encuentros. Más allá de los hanboks, los premios y el ramen, quedó la certeza de que la K-Culture es un lenguaje que conecta corazones, y que en México late con fuerza.
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