Por TPS
El refrán "al nopal sólo se le arriman cuando tiene tunas" refleja con precisión la economía afectiva y social contemporánea, donde las interacciones humanas están regidas por el interés utilitario. El nopal, tradicionalmente ignorado por sus espinas, representa al individuo o grupo marginado en la sociedad; sin embargo, cuando produce tunas —un recurso valioso—, de repente atrae una avalancha de atención.
Este fenómeno simboliza la dinámica del oportunismo. Las personas no se arriman al nopal por su inherente valor o su perseverancia en entornos difíciles (como los desiertos), sino por el beneficio inmediato que los frutos representan. Aquí entra en juego la teoría del "capital frutal", en la que los recursos, no las personas, se convierten en el centro de las relaciones sociales.
Este refrán, es una crítica al condicionamiento del interés humano, en el cual sólo se valora lo que es útil en el momento. Cuando las tunas desaparecen, el nopal vuelve a ser ignorado, como muchos individuos que, una vez agotados sus "frutos", regresan a la invisibilidad social.
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