Por Félix Ayurnamat
Había una vez un videoblogger llamada Alexander, conocido por sus consejos de superación personal y su estilo de vida "ideal". El vivía en un lujoso apartamento, rodeado de gadgets caros y decoraciones modernas. En sus videos, solía hablar sobre cómo alcanzar la felicidad a través de pensamientos positivos y afirmaciones motivacionales.
Un día, decidió hacer un video sobre un tema realmente revolucionario: "Cómo ser feliz en la vida". Con gran entusiasmo, empezó a explicar a sus seguidores cómo la clave para una vida perfecta era simplemente pensar en positivo, comprar productos de marca y rodearse de gente exitosa. Según el, todos los problemas de la vida se resolvían con una actitud correcta y de ejercicio.
Mientras leía comentarios en sus redes sociales, Alexander se topó con uno que mencionaba algo llamado "pobreza". Intrigado, decidió investigar. Con su cámara en mano, se adentró en los barrios más humildes de la ciudad, completamente asombrado al descubrir que había personas viviendo en condiciones mucho menos lujosas que las suyas.
En sus videos, Alexander compartió su "impactante" descubrimiento con frases como: "¡No puedo creer que haya personas que no tienen dinero para comprar un café de $150!" y "Es increíble cómo la gente sigue sin saber que solo necesitan una mentalidad positiva para cambiar su vida". Sus seguidores, aunque algo desconcertados, le aplaudieron por su "profunda" percepción de la realidad.
Para demostrar aún más su compromiso con el cambio social, lanzó una serie de videos titulada "El Poder de la Actitud Positiva en la Supervivencia". En estos, ofrecía consejos como "Sonríe y el universo te sonreirá" y "Si piensas en la abundancia, el dinero aparecerá en tu vida".
A pesar de la absurda simplicidad de sus consejos, el continuó ganando seguidores, quienes apreciaban su enfoque optimista sobre la vida. Alexander, satisfecho con su éxito, seguía convencido de que el verdadero cambio social estaba al alcance de un pensamiento positivo y una serie de recomendaciones de autoayuda.
Moraleja: A veces, la ignorancia y la simplicidad son la receta perfecta para no entender el mundo real. Y si te va bien, siempre puedes monetizarla.
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