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3 poemas de Nirvana

Nirvana

Aprendiz de poeta, amigo. Casi cinéfilo, eventual melómano.

 

Treponema pallidum

Son los demonios maldita sea

Voces límpidas de matriz escarlata

Santa Thelema y sus ángeles rotos

A habitantes de la ciénega desata,

Caen las murallas; arden tres ojos

 

Son ellos cuando tus ramas escuecen

De sabrosa ira, de irrefrenable barbarie

Que tu sexo devora en luna gibosa

 

Desarmados los botones

Inyectados de fértil evolución

Esperas con el nervio de fuera

Como carne sin lugar a dudas

Como víctima freudiana, de la electricidad elegante

 

Basten tus ánimos, se empapen blasones

Tus delicias ríspidas niegan sus amores

Degenerado

El tridente celeste

Manchado de imberbe mosto

Que lloró

Que gimió

En hornos, que el simio verdadero forjó

 

Empapa mis dedos lujuria adversa

Cátaro catador de semilla infértil

Profano libro que en hieles versa

Uróboros sobre útero color azufre

Amado creador, paciencia esteril

Míralo miserable, de vernos

Su jardín empobrecer:

La Cruz

Tú nombre

Yo soy

 

Las plumas

El pez

Sufre.

 

No un Piscis

En millas de tejido nervioso

Siento el hartazgo de tu costilla derecha

Regurgitando, un nuevo invento amoroso

-Teórico, ingenuo- Baboso

Que pulula, y como la cocaína en tu boca

Mana

Sin temor a apropiarse de una miel manzana

 

Porque adoras tu alergia a la ortodoxia

Se han dejado de construir edificios altos

Tristes metáforas de la fiebre áurea

Todas las canciones

Aprendieron a hablar con desánimos

 

Y siendo el fin,

Tus víctimas ya no te reconocen como culpable

Y los espectros suben de volumen

Y el oasis, escondido

Tras la falda de una marisma

Desemboca con los tendones muertos

 

Mal augurio la obligación, siéntase

Los acordes escapan a distinta escala

Mis amores, corazón y doctrina

¿Por qué ha de doler?

Si soy yo quien se domina

 

Negar, o dejar que el hambre sea quien sirva

Manejar hasta estamparse

Las manos, de los que son y los que no son

Toman mi carne,

Con mis propias tripas me determinan

 

Llegué ya el sublime instante

Cuando en mí las hormigas no se congreguen

Por hacer a un lado santos y horquillas

Por un minuto de fervor propio

Que en torno aquí el mundo no gira

¿Por qué un piscis molesta?

Nadando, sin corriente. Sin mira.

 

 

Pelo de Tonto

Somos malos amigos

En intersticios.

Tus plumas desérticas se ensartan como toboganes

Hacen brotar tus manos en el rostro

Y mis quejas

De alguna manera

Son bombas nucleares

 

Yo sé que tus narcisos gozan

Bañándose de mi sangre.

Miéntete

Que los espejos se rompen

Y las personas rojas

Y los corazones blandos (blancos),

Te purifiquen de nosotros, los que vivimos

 

Que tus llagas impostadas

Y tus lecturas a medias

No nos hagan vomitar a otros

La verborrea que tu paraíso depara

Los azotes satisfechos de universidades privadas

O el desdén "tolerante"

De tus ídolos coloridos

 

Espero con ansias tus clases privadas

Justo en la cara

Con la que ofendo a la raza

Que tus ancestros pensaron "un cuento de hadas"

 

Deja que se venga tu progreso en mi memoria

Que la larga, venida de tu verdad deseo

Única

y diferente

Ensueños jamás, pero húmedos

Pidiendo perdón por aparecer

 

Hazme diverso, que no te merezco

Tú estirpe de razón interminable

Hace carbón (No de piel)

A los de cartera tersa

Siendo los otros (color cartón)

Fuego

De tus orgasmos interminables

Mientras los cuentamonedas se ríen

Salan

Moquean

 

Cómo el peluquero

Me desespero

Es tanta tu sabiduría

Que tardas dos horas

En deci(di)r

De qué color quieres tu pelo.

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