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En el diván: Citizen Kane

 

Por: Andrea Méndez

6/02/2023

Sin duda, Orson Welles logro una obra maestra con "Citizen Kane" del año 1941, una obra ampliamente reconocida como uno de los grandes hitos en la historia del cine. No obstante, la trama de la película también se presta a un fascinante análisis desde la perspectiva de la psicología.

La trama de "Citizen Kane" nos sumerge en la vida de Charles Foster Kane, un titán de los medios de comunicación, a través de las distintas perspectivas de aquellos que lo conocieron. La película comienza con la enigmática última palabra de Kane, "Rosebud", desencadenando una búsqueda por parte de periodistas para desentrañar su significado.

Desde una perspectiva psicoanalítica, es plausible argumentar que "Rosebud" simboliza el anhelo infantil no satisfecho de Kane. A lo largo de la película, observamos cómo Kane lucha incansablemente por satisfacer sus deseos y necesidades, sin embargo, nunca logra hallar la auténtica felicidad y plenitud.

La obsesión de Kane por la riqueza, el poder y el éxito puede ser interpretada como un intento de llenar ese vacío emocional, pero al final de su vida, se encuentra solo y sin un propósito genuino. Además, en "Citizen Kane" emergen temas freudianos como la represión y la sublimación.

Kane trata de reprimir sus deseos y necesidades, pero con el tiempo, estos afloran a través de su obsesión por el éxito y el poder. Paralelamente, sublima sus deseos a través de su carrera como magnate de los medios, erigiendo un imperio mediático que lo convierte en una figura de gran influencia.

La película "Citizen Kane" se enriquece con un simbolismo profundo y aborda temas psicoanalíticos que invitan a explorar la complejidad de la psicología humana. La historia de Charles Foster Kane sirve como recordatorio de que, a pesar de la búsqueda incesante de éxito y riqueza, la auténtica felicidad y plenitud solo pueden encontrarse en el interior de uno mismo.

 

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